Presento mi propuesta para el anuncio en el cual selecciona redactor de contenidos. Soy licenciado en Derecho, técnico en Márketing. En este momento, me dedico a la redacción freelance profesional a tiempo completo. He desarrollado ya numerosos proyectos, de diferentes cuantías y duración. Escribo en la actualidad para distintos blogs, diarios, revistas, trabajos técnicos promocionales para empresas y sus sitios Web, etc. También tengo en mi haber varias novelas ya escritas.
Acabo de realizar un curso sobre SEO y posicionamiento Web.
Me considero una persona metódica y muy ordenada. Dedico cada día muchas horas a escribir, y lo hago a las mismas horas, procuro que, aunque trabajo desde casa, mis horarios se cumplan de una forma taxativa. Para el proyecto que Vd. ofrece, me comprometo a seguir sus instrucciones e indicaciones, a cumplir los plazos de entrega de una forma diaria, y a recopilar e investigar toda la información que sea precisa.
En el apartado eco al precio, voy a poner, a modo de ejemplo, un texto de 400 palabras. Para ese texto, cuantificaré lo mínimo, 6 Euros más el 21% de IVA: 7.2 Euros. Todo efectuado con factura. De todas formas, es a modo de ejemplo, seguro que llegaríamos a un acuerdo que encajara en su presupuesto para el proyecto.
Para cualquier duda o aclaración, o adecuación entre Vd. y yo en el sentido que sea, puede ponerse en contacto conmigo en mi dirección de correo: pacomagar@hotmail.es.
A continuación pongo dos artículos que he escrito recientemente como ejemplo, y adjunto otros dos. Muchas gracias por su atención. Será un placer para mí el tener la oportunidad de colaborar juntos en la prosperidad de su blog.
Atentamente,
Francisco María García.
Toledo, cuando llega la noche, rutas, leyendas…
Toledo de noche….
Una de las caras más interesantes de la ciudad imperial, es su noche, cuando el sol se retira a descansar y los rayos del astro se ven sustituidos por la luz artificial, que, a menudo, sirve para resaltar las partes más bellas de la arquitectura toledana, sus fachadas, sus torres, sus monumentos, la magia del Toledo nocturno, su embrujo. Tanto el Casco Histórico, sus Murallas de carácter milenario, la hermosísima Catedral Gótica, su Alcázar…y tantas y tantas otras cosas. Toledo se vuelve bohemio, soñador, mágico, embriagador.
Calles legendarias…
Pasear por las pequeñas calles del casco histórico, cuando las luces nocturnas se encienden…tiene especial belleza, poesía. Calles llenas de historias, de leyendas, de recuerdos de personajes históricos que marcaron la época, de huellas legendarias. Es muy fácil, cuando se van transitando estas calles, el imaginar caballeros de capa y espada, centuriones romanos marcando el paso de su centuria de legionarios, el Toledo árabe con sus ricas vestimentas y su aromática cocina, y un sin fin de culturas que se mezclan, y que ofrecen al paseante un halo de misterio, de magia, como digo, de estar en un lugar con un encanto muy especial.
Cigarrales toledanos…
Una opción muy interesante en las múltiples posibilidades que el Toledo nocturno nos ofrece son los cigarrales. Éstos son grandes propiedades privadas en las proximidades del centro urbano toledano, con hermosas vistas, y privilegiados entornos, que han sido transformados en hoteles, restaurantes o terrazas de excepcional calidad, por su servicio y por las inmejorables vistas de la ciudad que ofrecen. Merece la pena su visita.
Ilustres personajes fascinados con Toledo..
Toledo es una ciudad mágica, narcótica, noctámbula, bohemia... Esta es la cara oculta tras las murallas. La que enamoró e inspiró a Quevedo, a El Greco, a Bécquer, a Buñuel, incluso al maestro Paco de Lucía, en su momento...
Leyendas toledanas….romanticismo, magia…
Las Leyendas, son testimonio vivo, del recuerdo que algunos grandes genios de la literatura y unos pocos, anónimos de la historia, dejaron en el saber popular, en el clamor del boca a boca...
Estas maravillas escritas, en unos casos, o que han ido pasando de boca en boca a lo largo de los tiempos, en otros, son sin duda, un fiel reflejo de esa parte oscura pero atrayente que encierra Toledo en su otra cara.
De sus leyendas, es hermoso recordar, a modo de muestra, algunas de ellas. Desde la leyenda de la mujer del arquitecto, doña Águeda, que libró el proyecto del puente de San Martín por sus defectos iniciales, en una acción arriesgada y valiente; los amoríos entre el Rey Alfonso VIII y la judía Raquel; la leyenda del pozo amargo, que cambió sus aguas dulces por aguas amargas, en un llanto eterno por un suicido por amor; el arroyo de la degollada, la bella judía Esther, barquera que se convirtió al cristianismo por amor, y lo pagó con su vida; la preciosa historia de la casa del diamantista, donde unos duendes nocturnos trabajan para fabricar la más bella corona que nadie pudo nunca imaginar, encargo de Isabel II; o la romántica historia del Palacio de Galiana, donde el moro Abenzaide, enamorado de la princesa Galiana, retó en duelo al favorito de ésta, un cristiano llamado Carlos, al que, pasado el tiempo, el mundo conocería con el nombre de Carlomagno. El sangriento duelo se saldó con la muerte del sarraceno, ante la algarabía del pueblo toledano, puesto unánimemente del lado del cristiano.
Toledo y sus vistas, paisaje único
Finalmente, recomendamos la vista de Toledo nocturna desde un clásico: la ronda del Valle. Sus vistas del casco histórico toledano son inigualables, y fuente de las fotografías y cuadros más bellos que se han hecho sobre la parte más legendaria de la ciudad. Suele decirse que la vista panorámica de la ciudad desde los miradores, del valle, terrazas y hoteles de los cigarrales e incluso desde el “Parador de Toledo”, proporciona una vista nocturna sorprendente y sublime.
Y más….
Sirva este artículo de homenaje a la ciudad imperial. En próximos artículos profundizaré sobre estas hermosísimas leyendas.
La religión y la verdad
Desde muy antiguo, la humanidad en sus distintas etapas ha ido imitando una serie de patrones en lo referente a sus creencias religiosas. Si analizamos convenientemente diferentes religiones desde el principio de los tiempos, todas ellas responden a unos patrones comunes: el miedo a lo desconocido, en unos casos, y la desesperación y dificultades, en otros casos; cuando no enfermedades más o menos graves, lo que hacen desear y soñar con una “vida” mejor tras el viaje definitivo. Está demostrado que, a medida que las sociedades son más cultas, disminuye el número de creyentes practicantes de las diferentes religiones de cada país. Además de que el leer y cultivar la mente y el intelecto desarrolla una capacidad para hacerse preguntas sobre diferentes cuestiones religiosas y tradicionales, en muchos casos preguntas sin respuestas de carácter científico, está la cuestión de que, con la lectura y el análisis de las religiones desde el principio de los tiempos, se llega a la conclusión de que siempre han existido cosas muy parecidas, con matices y procedimientos diferentes.
Suele decirse que la fe no es una cuestión que pueda enseñarse, ni pretender que se tenga, cuando no se siente desde el interior. Pero es cierto que, en muchísimos casos, la fe suele ir unida a una tradición familiar, social, o cultural, de la cual las personas a veces no pueden o no quieren desprenderse, en ocasiones por miedo, por temor a lo desconocido, o incluso por seguir unas tradiciones.
El gran Antonio Gala escribía una vez que “Ningún Dios crea ninguna religión. Las religiones las crean los hombres con sus miedos”. Pensemos, por ejemplo, en la necesidad que tenían las sociedades primitivas para explicar cuestiones meteorológicas que hoy día tienen una sencilla explicación. Por ejemplo, el desconocimiento de los rayos, truenos, y tormentas, y el temor que produce no poder encajar esos fenómenos desde un punto de vista lógico, llevaba a esas civilizaciones a buscar soluciones divinas. Superados esos niveles básicos, hoy día ocurre lo mismo para encontrar explicaciones que nos “tranquilicen” ante penurias del día a día, enfermedades mortales, el paso del tiempo y, como no, la muerte.
Siempre ha ocurrido lo mismo, desde el principio de los tiempos.
Hoy día, la ciencia trata de dar explicaciones a diferentes preguntas que el ser humano siempre se ha hecho. Las principales son ¿qué había antes del Universo, y antes de eso, y antes de eso…?. Hay otras como dónde estamos situados, y ¿qué hay más allá?, y pasado eso, ¿qué hay? Bien, ante esto la ciencia suele responder que el concepto del espacio y del tiempo sólo existe en nuestro Universo. Y estas preguntas únicamente caben en nuestra mente asociada al Universo que conocemos. Si traspasamos la realidad que conocemos y anulamos los conceptos espacio y tiempo, estas preguntas y sus respuestas carecen de sentido.
Pero sí es cierto que necesitamos pensar en un Origen, y también en un Final, para poner “en orden” nuestro pensamiento acerca de la posición que ocupamos en nuestras vidas. Con independencia de teorías científicas más o menos desarrolladas, como la conocida del Big Bang, extendida después por el genio científico de Stephen Hawking con sus tesis y escritos sobre los Agujeros Negros, pienso que no se aportan soluciones definitivas en la búsqueda del Principio y el Final. Pasará mucho tiempo antes de que estas grandes dudas queden resueltas. La ciencia tiene límites que no puede, hoy en día, superar. Es cuestión de fe, en unos casos, y de resignación ante lo inevitable, sin más, en otros casos.