Llega el verano y con él la temida (por algunos) jornada intensiva, una jornada que concentra en la mañana el horario que sueles desempeñar el resto del año. Hay personas a las que se les hace completamente cuesta arriba este tipo de horarios mayoritariamente empleados en los meses estivales. Si estás en este saco, este post te interesará.
Básicamente los consejos estarán enfocados a mantener la productividad en una jornada más concentrada. Para ello deberemos:
- Llega descansado. Una ducha de buena mañana y un buen desayuno te despejará y dará energías para afrontar mejor la jornada.
- Empieza planificando el día y listando las tareas a realizar durante el día priorizando entre las urgentes y las menos urgentes. Esto te ayudará a manejar mejor los tiempos y saber en todo momento qué debes de hacer.
- Marca los descansos. Cada dos horas aproximadamente levántate, estira las piernas y muévete un poco. Bebe agua fresca, come algo, toma el aire y vuelve a tu puesto. Una pausa de 10-15min cada 2h siempre viene bien.
- Escucha música de vez en cuando para estimular tu creatividad y mantenerte despierto.
- El e-mail. Si estás de lleno con una tarea y necesitas concentración, desconecta las notificaciones del e-mail. Si el asunto es realmente urgente, te llamarán.
- Control y revisión. Revisa el trabajo que llevas hecho hasta el momento. Comprobar que estás haciendo las cosas bien te motivará de cara a nuevos proyectos.
- Echa un cable. Habla y pregunta a tus compañeros/as de otros departamentos por si puedes echar una mano si tienes algún hueco libre. Te ayudará a distraerte por unos minutos y tus compañeros te lo agradecerán.
- Desconecta. Lo bueno de las jornadas intensivas es el tiempo libre que tiene el trabajador durante el resto del día. Aprovecha ese tiempo para hacer lo que más te guste y estar con quien prefieras. Despejar la mente te ayudará a tomar mejores decisiones y a afrontar con mejor ánimo la jornada del día siguiente. Eso sí, no te acuestes pensando “lo que me espera mañana…”
Básicamente los consejos estarán enfocados a mantener la productividad en una jornada más concentrada. Para ello deberemos:
- Llega descansado. Una ducha de buena mañana y un buen desayuno te despejará y dará energías para afrontar mejor la jornada.
- Empieza planificando el día y listando las tareas a realizar durante el día priorizando entre las urgentes y las menos urgentes. Esto te ayudará a manejar mejor los tiempos y saber en todo momento qué debes de hacer.
- Marca los descansos. Cada dos horas aproximadamente levántate, estira las piernas y muévete un poco. Bebe agua fresca, come algo, toma el aire y vuelve a tu puesto. Una pausa de 10-15min cada 2h siempre viene bien.
- Escucha música de vez en cuando para estimular tu creatividad y mantenerte despierto.
- El e-mail. Si estás de lleno con una tarea y necesitas concentración, desconecta las notificaciones del e-mail. Si el asunto es realmente urgente, te llamarán.
- Control y revisión. Revisa el trabajo que llevas hecho hasta el momento. Comprobar que estás haciendo las cosas bien te motivará de cara a nuevos proyectos.
- Echa un cable. Habla y pregunta a tus compañeros/as de otros departamentos por si puedes echar una mano si tienes algún hueco libre. Te ayudará a distraerte por unos minutos y tus compañeros te lo agradecerán.
- Desconecta. Lo bueno de las jornadas intensivas es el tiempo libre que tiene el trabajador durante el resto del día. Aprovecha ese tiempo para hacer lo que más te guste y estar con quien prefieras. Despejar la mente te ayudará a tomar mejores decisiones y a afrontar con mejor ánimo la jornada del día siguiente. Eso sí, no te acuestes pensando “lo que me espera mañana…”
