Ya antes de terminar el secundario, elegí esta carrera guiada por las ganas de crear y las posibilidades infinitas de descubrir y hacer cosas nuevas. Avanzando en la cursada, me volqué al Diseño Gráfico formando y desarrollándome con el correr de los años.
En este camino, me crucé con la fotografía que me ayudó a completar este rompecabezas de creatividad, sensaciones y emociones, aportándome una sensibilidad única que este gran arte inspira.
A pesar del ”miedo a la hoja en blanco”, que marca el comienzo de un nuevo desafío y siempre, realmente siempre, abre un mundo nuevo, cada día que me siento en mi computadora la vuelvo a elegir, con el mismo amor y las ganas intactas a pesar de los años, de seguir descubriendo nuevos horizontes.