Necesidad De Bien Común

Publicado el - Última modificación el

En nuestra búsqueda de una adecuada interpretación de la ética, nos referimos a ella como la que hace referencia a fines universales abstractos y necesarios para todo ser humano. Esta debe distinguirse sobre el actuar o el quehacer políticamente correcto, esto es; hacer lo que dice la norma o las leyes. Dicho de otro modo, debemos realizar nuestro obrar de acuerdo lo que dicte la norma. Este seguir las normas de conducta o comportamiento de acuerdo a lo que dicte la ley refleja lo que la mayoría cree conveniente. Por su parte esto refleja una problemática, puesto que lo que a la mayoría le parece que es lo correcto o el mejor modo de comportamiento, no necesariamente debe ser así o no refleja el sentir más adecuado de expresar la conducta.

Encontramos así un primer problema referente a la dirección que debemos seguir para una a adecuado interpretación de la realidad. Por un lado nos encontramos a un grupo particular con intereses particulares y por otro encontramos a otros grupos cada quien con intereses también particulares. Todos ellos inmensos en una realidad pluralista de individuos.

Para poder dar una adecuada satisfacción a todos los miembros de la comunidad de un país se deber organizar de acuerdo al bien común. Es decir que se debe buscar el progreso de los individuos, pasando por el consenso, la negociación y sobre todo el manejo jurídico del concepto de bien común. Si bien es cierto que es una tarea ardua y hasta a veces se pretende creer que se beneficia a una sector de la población, en verdad no es así, en realidad lo que se quiere es buscar lo que se tiene en común todos los seres humanos y a partir de ello salir adelante y llegar a una adecuada de la libertad, el amor y la solidaridad.

Es una tarea difícil de realizar, sobre todo para el estado, para llegar a todos los sectores de la población, es difícil y casi imposible cuando se tiene una orientación política cerrada a buscar lo mejoras para el ser humano. Cuando un gobierno marca sus políticas de estado en un régimen de bienestar se encasillan en un estancamiento social, porque no enseñan a las personas a o pensar ni a luchar por sus ideales sino que los arriman a un ensimismamiento, los reduce a un confort, donde todo se le es dado y donde no se lucha por los ideales sino que nos introducen a una holgura material donde ya no hay que luchar por nada puesto que se nos ha sido dado por el estado.

De esta manera nosotros debemos darnos cuenta que existen grupos de poder que quieren hacernos creer que necesitamos cosas para nuestro uso personal que nos involucran a un individualismo que poco a poco se vuelve egoísmo generalizado de consumismo extremo de tal punto que se olvida de las necesidades de las demás. Ciertamente existen tres tipos de poder: política, social y económica. Cada una de ellas está regido por un lenguaje, unos códigos y unos intereses particulares, pero se articulan un la unidad de la persona por ser el que los consume, los busca y la que los anhela.

Estos tres poderes se basan en la idea de “oportunidad para todos”. Este lema busca que todas las clases sociales estén involucradas en la idea de consumismo para estar bien. Dicho de otro modo, que estos estamentos hacen hasta lo imposible para vendernos la idea de que necesitamos tal o cual cosa para estar bien con nosotros mismos y con los demás. Una vez que estamos involucrados e interconectados es más fácil poder dominarnos y sentir que el estado se encarga de todo lo demás para que nosotros vivamos gastando y consumiendo los productos; cosas que cada vez más nos aleja de nuestra realidad de ser humanos, de nuestra verdadera interrelación.

Me parece que el problema reside en la dificultad por entender que estamos tratando con seres humanos, personas semejantes a nosotros mismos, y desde ésta perspectiva no la podemos ver como medios para conseguir nuestros propios intereses sin atender a sus necesidades básicas, debemos entender que también es un ser humano que tiene derecho a gozar de nuestra compañía, de nuestro tiempo y sobre todo de nuestra alegría entorno a una amistad sana y saludable. Es necesario que existan valores que estén por encima del capricho de algunos pocos que manejan todo el sistema y que sobre ellos existen unos intereses de la persona como tal, como fin último de las cosas creadas. Desde esta perspectiva hay que dejar en claro que la problemática del mundo contemporáneo reside en el individualismo que busca sus propios intereses sin dejar cabida al bien común.

No somos capaces de darnos cuenta que la ética social no solo conoce las normas, las leyes para un adecuado ordenamiento de la vida social sino que debe esforzarse no solo para entrar y entender en la ciencia, ya sea la sociología, la economía o la política; sino para hacerse entender y buscar en la realidad de cada uno ese fin que le corresponde, ese bien al que esta llamado desde sus inicios como ser humano, a eso le llamamos interculturalidad. Seguimos presentando la problemática, que es no darse cuenta del problema real. Todos hablan de recursos, necesidades, proyectos, avances, pero nadie habla de hombre real, cotidiano, que subsiste en el hombre político, en el hombre social, en el hombre económico. Hemos caído en un reduccionismo del ser humano: hemos cambiado la mirada del fin al medio, hemos pasado de la ética al tecnicismo, de buscar el bien en sí mismo a querer los conocimiento prácticos de aquí y del ahora. Y todo esto se debe porque de alguna manera, en algún punto de la historia humana dejamos de pensar con la razón objetiva y pasamos a sentir de un modo inmediato y nos dejamos llevar por el entusiasmo de tener cosas que nos hacen más productivos, que creemos que aportan más a nuestra vida habitual que cualquier otro concepto de necesidad inter-relacional.

Sin embargo, nunca hemos estado más equivocados, por no mirar al ser humano como semejante a mí, por no donarme con una sonrisa, por no estar atento a las necesidades de los demás nos hemos olvidado de que el ser humano no es una cosa más en la naturaleza, ni una pieza intercambiable en medio del ámbito laboral, somos mucho más que medios para satisfacer las necesidades primordiales de casa uno, somos más que todo eso que te puedes imaginar. Somos seres humanos dotados un privilegio que va más allá de la ciencia ficción.

Entonces cómo puede el estado velar por las necesidades de todos sus integrantes, por hacer partícipes de la varia pinta de sus miembros sin caer en un favoritismo que no hace otra cosa que abrir las puertas a la corrupción, beneficios para algunos y el marginalismo para otros. El estado debe velar por el bien común, poniendo los medios para acceder a todos los sectores de la población, ello quiere decir que el estado es el único responsable de brindar los medios para que en la sociedad se desarrollen las personas y busquen cada uno su bienestar.

Es indispensable no se debe caer en el concepto de que el estado es el encargado de velar por cada uno de sus miembros particulares en un concepto de “oportunidad para todos” puesto que esto lleva consigo que el estado se preocupe por las necesidades de sus miembros olvidando de que ellos son los integrantes y los encargados del desarrollo del estado, ciertamente existen mecanismos políticos y organizaciones para que el estado desarrolle el bien común y podamos vivir en comunidad.

Dentro de la historia universal hemos visto diversos regímenes, modos de gobiernos, unos más acertados que otros, algunos dignos de tomar como ejemplo. Dentro de los medios más eficaces que ha servido durante años ha sido la doctrina social de la Iglesia que da criterios socialmente universales, de una ética social. Es decir que da directrices, para un adecuado desarrollo de la sociedad. No es una imposición sino que son disposiciones generales, pautas, principios de valores éticos sociales, para que cada estado lo amolde a su realidad particular y así pueda llegar de un modo caritativo a todos los ámbitos de la sociedad. Lo que se busca es encontrar los mejores principios para ejercer el bien común.

 

La necesidad que el hombre tiene para agruparse, para vivir en comunidad es intrínseca a su naturaleza, el hombre es social y eso es intachable, es porque en esa unión también existe conflicto de interés, porque como hemos dicho, se olvidan de la sociabilidad y buscan su propio interés. La lucha por el poder es también innegable solo que en esa pugna no se llega a ninguna parte como lo estamos viviendo. Por el contrario en el uso de los valores donde la libertad no es ni el bien supremo, ni la máxima del ser humano, muy por el contrario es la menos perceptible. Empero debemos apuntar a otras realidades para alcanzar nuestro bien común; tales como la solidaridad, la justicia, la caridad y la libertad, sin las cuales sería imposible una adecuada convivencia, el ideal que debemos apuntar es un verdadero desarrollo social unos junto con los otros.

Desde el punto de vista del orden práctico la libertad debe ser el marco para el desarrollo de los actos en conjunto. Contando con nuestro propio avance personal debemos tener en cuenta que en el marco de la libertad, nos desarrollamos entorno a la justicia donde no solo damos lo que corresponde a cada quien según las normas de convivencia o las leyes legales sino que conforme a la caridad, porque es de justicia dar nuestro tiempo al necesitado, nuestra alegría los que conviven con nosotros, a las personas que nos interrelacionamos, a todo aquel que se nos cruza por delante por el hecho de ser personas merecen nuestro respeto, nuestro cariño y nuestra admiración. De igual manera y bajo el mismo concepto se rige la solidaridad, donde no hacemos otra cosa que donarnos todo enteramente sin reservas, también por medio de la caridad, a las necesidades materiales y espirituales al prójimo.

Como vemos la caridad es la embanderada del bien común, teniendo como marco referente la libertad, la solidaridad y la justicia. Sin la caridad, que no es otra cosa que darse sin medida por amor y servicio al otro, sin poner ningún interés de por medio ni por conveniencia sino por el hecho de ser persona: amor.

Publicado 3 agosto, 2017

Ronald Ayuni Prado

Soy responsable con mucha experiencia en el trato de personas, soy proactivo y servicial.

Persona responsable con más de 9 años de experiencia en el trato con personas y al servicio del cliente, con buen manejo de herramientas informáticas y trabajo en equipo con muchos deseos de superación. Persona pro activa, ordenada, honesta, analítica, detallista, con capacidad para trabajar bajo presión y en equipo, en cumplimiento de objetivos, con buen manejo de las relaciones interpersonales o...

Siguiente artículo

Outwork Those Around You