El futuro del teletrabajo: acorralando a los Yahoos

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Yahoo - Teletrabajo Esta es una traducción libre del artículo originalmente publicado en The Economist.

La tecnología permite a millones de personas trabajar desde casa. Una compañía de tecnología intenta prevenirlo.

"No puedes tener todo lo que deseas, pero puedes tener las cosas que verdaderamente significan algo para tí," escribe Marissa Mayer, CEO de Yahoo, en su libro titulado "Reeboting Work". Pero esto no es cierto, aparentemente, si eres un empleado de Yahoo y si teletrabajar es importante para ti. Como medida para impulsar a su debilitada empresa, Mayer ha decretado que, a partir de Junio de 2013, todos los empleados de la compañía trabajen desde la oficina. La noticia de la prohibición de teletrabajo fue comunicada a los empleados mediante un memo enviado por el director de recursos humanos de Yahoo. Al poco tiempo fue filtrado a All ThingsD, un blog de tecnología, lo que desató un acalorado debate en la blogosfera y Twitter. Los que apoyan la decisión la ven como una medida para librarse de los holgazanes. Los que la critican la tachan de actitud antediluviana hacia el lugar de trabajo. Entre los críticos está Sir Richard Branson, el emprendedor Británico, que escribió en un blog post que la decisión era "un paso hacia atrás en una época en la que el trabajo remoto es más fácil y más eficiente que nunca." "Yo nunca he trabajado desde una oficina," añadió el CEO de Virgin Group, "y nunca lo haré." Del otro lado, Donald Trump, el magnate de bienes raíces, publicó un tweet que argumentaba que Mayer estaba en "lo correcto al esperar que los empleados trabajaran desde la oficina." La decisión fue muy controvertida en Silicon Valley, porque este ecosistema se encuentra en medio de un análisis interno relacionado con el lugar de trabajo. Muchos se preguntan ¿por qué tan pocas mujeres han logrado ascender la escalera corporativa en el mundo de la tecnología? (Marissa Mayer es una rara excepción). La noticia también ha desatado un debate más general sobre cuánta libertad deberían de tener los empleados para decidir desde dónde dedicar sus horas de trabajo. Los promotores del teletrabajo señalan que esta forma de trabajar se encuentra al alza. Una encuesta a más de 11,000 trabajadores en 24 países publicada por Ipsos, una empresa de encuestas, encontró que casi un quinto de los encuestados teletrabajaban de manera frecuente; un 7% de los encuestados trabajaban desde casa todos los días. Ipsos también descubrió que el teletrabajo está más extendido en los mercados emergentes, pero que también está creciendo en los países ricos. Según los datos publicados en Octubre de 2012 por la Oficina del Censo de los Estados Unidos, los trabajadores estadounidenses que trabajan la mayor parte del tiempo desde casa aumentó de un 3.6% en el 2005 a un 4.3% en el 2010. La Oficina también observó que el teletrabajo basado en computación, ingeniería y ciencia está creciendo de una manera acelerada, creciendo casi en un 70% entre el 2000 y 2010. Dado que muchas empresas de tecnología producen dispositivos y software que permiten que el teletrabajo sea más eficiente, parece lógico permitir que sus empleados también los utilicen. ¿Por qué, enconces, Marissa Mayer puso el teletrabajo en duda? El memo filtrado decía que el teletrabajar había ralentizado a la empresa y hecho más difícil tener reuniones esporádicas que daban lugar a nuevas ideas. Sin embargo, muchas empresas innovadoras de tecnología, como Facebook, se mueven de forma acelerada y permiten a algunos de sus empleados trabajar desde casa. Prohibir el teletrabajo castiga a los empleados y a los malos, dice Joan Williams, profesor de la Universidad de California Hastings College of the Law. La evidencia sugiere que también tiene un impacto positivo en la productividad. Un estudio reciente realizado por la Universidad de Standford y la Universidad de Beijing muestra los resultados de un experimento realizado en CTrip, una compañía de internet China de viajes que cotiza en el NASDAQ. CTrip separó a los empleados de sus call-centers en dos grupos. Un grupo trabajó desde casa por nueve meses; el segundo trabajó desde las oficinas corporativas. Al finalizar el período, los académicos descubrieron que los teletrabajadores habían atendido las llamadas de una manera más eficiente, tomado menos descansos y sido un 13% más productivos que sus compañeros. La satisfacción conseguida en este grupo de trabajadores también fue mucho más alta. Cierto, los trabajadores de Yahoo son altamente cualificados, como programadores, quienes podrían necesitar mayor tiempo de trabajo al lado de sus compañeros. Pero insistir en que la norma sea que los empleados trabajen desde la oficina es una medida arriesgada en un momento en el que las empresas de tecnología intentan cazar el talento de sus rivales. Desde que Marissa Mayer tomó las riendas de Yahoo, la empresa ha logrado aumentar el precio de sus acciones en un 35%. Su última decisión puede poner estas ganancias en riesgo. Fuente: The Economist / Imagen: Superfluity

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